A Roma Amor se la meriendan

El colegio mayor del Padre Damián es una locura, es un internado lleno de jovencitas que van a recibir la más regia y estricta de las educaciones, pero algunas se desvían un poco y claro, hay que darles un correctivo. Hemos visto en más de una ocasión al Padre Damián ejerciendo de recto tutor aplicando castigos a altura de los pecados de estas féminas que se equivocan, probablemente debido a su juventud, pero en la institución del Padre Damián no hay lugar para desviarse del camino correcto, y se hace lo que haga falta para enderezarlas…

También se folla mucho, claro, y eso lo sabe hasta el bedel, que en esta ocasión se va a aprovechar de la ingenua Roma Amor. Ella no ha estudiado y ha cateado algunos exámenes y eso no puede ser, una institución de altura como la que nos ocupa no puede bajar la media y ver peligrar su reputación, el bedel Profesor Sor, tiene que actuar, ser tajante y expeditivo y le dice que tiene que hacer actos reprobables para conseguir aprobar.

¡Juventud divino tesoro! La ingenuidad propia de la edad hace gala y Roma Amor entra al juego de lleno, de cabeza, y el bedel que no es tonto, se tira también de cabeza ¡pero a su chocho! A este bedel le encanta comer coño, normal, el cocho de Roma Amor huele a rosas y siempre está mojadito listo para comer y para disfrutarlo, a ella parece que le gusta, el castigo reprobable impuesto para compensar los suspensos parece que funciona.

Roma Amor ya está cachonda y tiene ganas de comer polla, se come la pinga del bedel con gusto y con ganas, hasta dentro, mirando fijamente mientras tiene la polla metida hasta su garganta, las mamadas de Roma Amor son de otro mundo, con mucha saliva, muy cochinas pero muy morbosas, una locura, la polla queda perfecta para meterse en el chocho, que ya le empieza palpitar porque tiene ganas de rabo.

Se pegan ambos un polvazo tremendo, tanto es así que el bedel no puede con los ritmos y movimientos de cadera de Roma Amor, que son brutales, está latina cachonda nos vuelve locos y es muy jodido aguantar esas arremetidas tremendas que te pega, y de hecho se corre dejando toda la lefa llena de grumitos a disposición de Roma Amor que con lo golosa que es se la come toda y le pega un buen repaso de polla, una buena limpieza de sable para que no quede ni un resto y no deja ni una sola gota, y se relame…

No te pierdas las escenas de Roma Amor y las de la serie del Padre Damian, no sólo son un descojone muy divertido, son muy morbosas, todas de colegialas viendo como el padre les impone su castigo. Una locura, más bien una Putalocura que tienes aquí a tu disposición con tu suscripción…