¡Que placer es que te escriban para decirte: quiero follar contigo! Y así es, a veces tan sencillo, como Rocío Ceres, de Malaga que me escribe y a los dos días nos vemos y comenzamos a follar. Hace unas mamadas increíbles, se nota que le gusta hacerlas, ojo al sonido del chup chup con mi polla en la boca y ojo al cuerpazo imposible no empalmarse con esta moza, que suerte quien la tenga cerca para follársela más veces. Recuerdo esta mamada todavía y me empalmo a día de hoy, el polvo es épico, nos follamos vivos y me monta como una fiera, de postre tenía leche merengada preparada para esta bella mujer, tenía hambre, no se dejó ni gota…